Cuenta la leyenda que, en aquel momento, sacó una cuchara de su chaqueta y la convirtió en un horrible instrumento, capaz de provocar un dolor insoportable.
El de mi hermana:
La cuchara, guardada en el bolsillo de aquella chaqueta, otrora leyenda entre los instrumentos de cocina, hoy esconde avergonzada su dolor oxidado y piensa qué pasaría si los modernos cubiertos de silicona descubrieran su escondite.
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