miércoles, 28 de agosto de 2013

Con E, de entraña






Extasiada, encuentro el escenario enteramente embellecido. Es especial ese entorno extraordinario. Enamora.
Esta escultura, efectivamente emociona, Eduardo. Entras en ella, experimentas eternidad...embriaga. Enseguida extrañas, elucubras, entregas el espíritu en esa explosión: estruendo ensordecedor, empuje, ensoñación, espejismo... En ebullición emocional (eludiré expresar el excesivo "entras en éxtasis"), entonces, entiendes.
Era eso, esa estrategia: peinar el viento...para que se nos cuele en el alma.

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