Hay personas que se te cuelan tan adentro que ponen tu vida del revés. Entonces, hasta las palabras se dan la vuelta y nos conducen de la mano a la locura. Son personas a las que te gustaría susurrarles: sáname, es fácil, solo tienes que compartir conmigo lo que emanas. O más sencillo aún, déjame asir tu risa, disfrutar contigo mientras robas el sabor de las cosas, quítame estos aires de persona seria y subamos juntos a la más alta rama, esa en la que podemos amar.
Pero las personas no estamos hechas para vivir cabeza abajo
y cuando esto pasa hacemos lo que sea (incluso orar aunque en algunos sea un hábito
raro) para lograr colocarnos de nuevo en pie. Y gritamos fuerte
a eso que nos atrapa: aparta de una vez y deja que mis pies se posen.
Tía!!!!!!! Y esto por qué no lo conocía yo????? Eres increíble????
ResponderEliminarConocías todos menos este. Ya no los escribo en Instagram. ¿Increíble? ¿Y tú me lo preguntas? Normalita y hoy te diría que predecible.
EliminarMe gustó mucho escribirlo. Me alegro de que te haya gustado (o al menos, eso deduzco) ;)
¿ Y yo sin conocer este fantástico blog? me encanta el texto y la foto. No dejes nunca de escribir ni de hacer fotos. Y menos de compartirlo. Me encanta. Besazos yo también como Lola, pienso que eres increible.
ResponderEliminarNo le he dado ninguna publicidad, Maru. Es muy personal y me da vergüenza además. Pero está como página en Lengüetrazos. Me veis con buenos ojos las dos. Me encanta, porque sé que os ciega la pasión de la amistad :)) Gracias guapa
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