lunes, 27 de abril de 2020


Aquel anuncio que hablaba del olor de las nubes. Plantearme si un astronauta, en la infinita soledad de una galaxia, tomará las uvas en Nochevieja. Sacar mi autoestima del armario, pero de verdad, sin que se me quede en los cajones. Dejar de pensar en ti cada mañana, tarde y noche... Estas gilipolleces que encierra la vida.

El de mi hermana:

Solía estar en las nubes. Soñaba despierta con una galaxia lejana y en su armario guardaba uvas, novelas, pan y fotografías de astronautas y atletas. Sus vecinas cuchilleaban a sus espaldas y creían que era una excéntrica. Pero a ella nada le importaba, solo leer, comer, observar... vivir. Y sabía que los locos eran en realidad los demás.

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