lunes, 27 de abril de 2020



Todas las cosas sabían que la chimenea, además de dar bastante la brasa, era una chismosa. El sombrero nuevo, sustituto de aquel que un día desapareció, caía mal a todo el mundo. Pero la conversación que mantenían, digna de esa prensa que hace a las tripas y al corazón, les interesaba a todos y cada uno de los objetos de aquella casa.
Si pudiese, os contaría cada detalle de la charla, para que entendieseis la expectación, pero no sé qué tiene el idioma de las cosas, que según lo escucho y lo traduzco, al momento, lo olvido.

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